Tu saliste una mañana
a por un ramo de rosas
dejaste una en la puerta
y yo la encontré preciosa.
Al tomarla entre mis manos
una espina se clavó
pero me llegó tan honda
que me sangra en corazón.
Me regalaste una rosa,
una rosa traicionera
la dejaste sin mirarme
y te fuiste de mi vera.
Creyéndome que eras tú
yo a la rosa acaricié
estaba soñando amor
que volvías otra vez.
Me sangran de acariciarla
no lo he podido evitar
me siento herida de muerte,
si tú a mi lado no estás.
Siento una pena tan honda
dentro de mi corazón
tú te has ido y me has dejado
cuando más grande es mi amor.
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