jueves, 12 de febrero de 2009

Déjame contarte, amor!


Déjame contarte, amor,
así…, apoyada en tu hombro,
lo que dentro de mí siento.
Que noto mi alma desnuda aunque mucho abrigue el cuerpo.
que vivo dentro de mí, lo mismo que un árbol seco
que aunque mucho lo engalanen por dentro estará sufriendo.
Vestiré de seda fina, haré bucles en mi pelo,
con diademas de esmeraldas adornaré mis cabellos.
Pero amor, dentro de mi alma, siento un torrente de hielo
que no lo puedo apagar si tus ojos no me miran,
pícaros, amigos, traviesos,
con ese color dulzón, entre miel y caramelo,
Te espero mi amor, deseo que vengas,
hoy quiero ser tuya, quedarme a tu lado,
amarte en silencio.
Con solo tocarte,
decir sin palabras lo mucho que siento.
Mi alma te anhela,
espero tus mimos, caricias y besos.
Me entrego a ti, amor,
Deseo tu boca de grana, que iluminas sonriendo;
mis labios te buscan cual amapola sedienta,
por rozar los tuyos como suave viento.
Eres agua fresca,
manantial que hoy pueden saciar estos labios
de ti, tan sedientos,
encendidos de pasión de gozos y deseos.
Calmarán la sed, tocarán mi alma como pétalos al viento.
Hoy quiero tenerte, amar tus caricias,
sentir tu deseo y gozar tu cuerpo.
Para que mi alma, fría como el hielo, se sienta vestida
con tus besos cálidos,
con caricias suaves como el terciopelo.

Chelo Álvarez.


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