Mi corazón arde

Hoy vibramos juntos de ternura y amor,
al llegar el alba nos amaremos tu y yo
amarnos despacio como suaves olas,
que pasen minutos y que pasen las horas,
diciendo te quiero, besando tu boca,
calientes tus besos, sintiendo tu aliento,
mirando tus ojos, jugando con tu pelo
fuerte como el hombre que me acaricia toda.

Jugando gozosos entre medias sombras,
rompiendo el silencio con susurros suaves,
diciendo palabras que salen del alma y no de la boca.
Sonriendo gozosos, mirarnos de frente,
ojos contra ojos, boca contra boca,
manos anhelantes,
que palpando el cuerpo se sienten dichosas.

Manos que acarician,
como suave brisa, como el terciopelo,
aliento caliente,
cual el tibio viento, como el manso fuego.

Mi alma que te siente con intensidad,
pienso que te quiero cada día más,
te quiero y deseo que el tiempo se pare,
hoy quiero sentirte, mi corazón arde.

Chelo Álvarez.

Hoy me he mirado en el espejo de tus ojos

Hoy me he mirado en el espejo de tus ojos,
me miran enamorados,
siempre me miran de frente,
nunca lo hacen de reojo.
Luceros iluminados
por sonrisa placentera,
traviesos mirando están
y siempre miran de cerca.
Me miras por la mañana
cuando la aurora levanta
son como un par de luceros,
que lucen siempre en tu cara.
Ojos brillantes de amor,
mirada de enamorado,
ojos que lo dicen todo,
aunque estemos muy callados.
Son ojos cautivadores
que me abrasan como el fuego
son ojos que me dan calma
y me llenan de sosiego.
Cuando me miran tus ojos,
con tan dulce placidez,
los encuentro penetrantes
y dulces como la miel.
Me miras y me arrebolo,
se me encienden las mejillas,
si pestañeas despacio,
son como un mar de caricias.
Ojos sedientos de amor,
dulces, color caramelo,
cautivadores de sueños
que me elevan hasta el cielo.
Espejos dorados,
tiernos y abrasadores,
siempre que miras de cerca
son como un mar de pasiones.

Chelo Álvarez/Lys.